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Tesoros del Archivo Histórico Provincial de Segovia: "Los Bandoleros segovianos del siglo XIX"

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Fecha de inicio:

11 de julio de 2019

Fecha de finalización:

12 de agosto de 2019

Hora de inicio:

De lunes a viernes, de 9 a 14 horas

Colectivo destinatario:

Todos los públicos.

Precio:

Entrada libre

Tipo de evento:

Archivos, Exposición

Entidad organizadora:

Junta de Castilla y León

Lugar de celebración:

Archivo Histórico Provincial de Segovia

C/ Capuchinos Alta, 7. C.P.: 40001 Segovia.

921 461 042

921 460 086

Correo electrónico (pulse para verlo)

http://www.archivoscastillayleon.jcyl.es

Descripción:

El Archivo Histórico Provincial de Segovia presenta este curioso documento relacionado con los bandoleros del siglo XIX como tesoro del mes que se puede visitar del 11 de julio al 12 de agosto con el siguiente horario: de lunes a viernes de 9:00 a 14:00 horas.   

En 1818, recién terminada la Guerra de la Independencia, las cosas no debían andar muy bien. La gente se buscaba la vida como podía y, quien no podía, se la buscaba en el mundo del hampa. La falta de recursos económicos y el saqueo sistemático ocurrido durante el periodo bélico, hizo que se perpetuara el bandolerismo por toda la península. La historiografía posterior ha idealizado a los bandoleros como una especie de “Robin Hood” que robaban a los ricos y repartían sus botines entre los pobres. El bandolerismo de las serranías andaluzas se ha hecho mítico y fue cantado en romance de ciegos y en coplas a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y hasta los años sesenta del XX, identificando heroísmo español con bandoleros. 

La cultura popular ha ensalzado a estos personajes como héroes del pueblo llano, defensores contra el enemigo invasor francés y vengadores de los abusos de los poderosos. Los siete niños de Écija, Curro Jiménez, a quien Televisión Española dedicó una serie que, en los años setenta presentaba a este bandolero como paradigma del patriota antifrancés y portador de los valores nacionales muy en la línea de la televisión de la época, o Luis Candelas, que era otro de los elegidos como ejemplo de patriotismo. Más tarde el grupo segoviano “Nuevo Mester” dedicó un disco al bandolero albaceteño “El Pernales”, también presentado como un héroe incomprendido por quienes ostentaban el poder. Los ejemplos son infinitos y han sido llevados al cine en épocas pasadas con mayor o menor fortuna. 

Esta popularización del héroe – bandolero alcanzó durante la segunda mitad del siglo XX, a los llamados guerrilleros de la Guerra de la Independencia y se asimiló el concepto de guerrillero con el de bandolero, dotándolos a ambos de caracteres similares, siempre dentro de la figura heroica, patriota y nacionalista, llegando a entender como iguales al Empecinado o el Cura Merino y a Luis Candelas o los ya citados 7 niños de Écija.

Aunque el bandolerismo fue habitual en las serranías de Andalucía, Castilla la Mancha y Extremadura, ninguna región española se libró de este fenómeno que no era más que un sistema de intimidación para perpetuar robos, asaltos y extorsiones con el fin de obtener el dinero que no entraba por otros cauces. La proliferación de los bandoleros es consecuencia de dos situaciones que se solaparon desde 1815, la crisis causada por la Guerra de la independencia, primero y las Guerras Carlistas, después, y los procesos de desamortización que expulsaron a jornaleros y peones de los campos que labraban en régimen de ocupación más o menos consentida. Guerras y desamortizaciones, “echaron al monte” a muchos que engrosaron las filas de las cuadrillas de bandoleros en toda España.

Segovia no estuvo exenta de sus propios bandoleros. En el fondo procedente de los Juzgados, existen dos procesos que revelan cómo se producirá este fenómeno en una provincia con bastante territorio serrano. En 1818, se presentó en el Juzgado Municipal de la capital la denuncia de Francisco Díez y otros por el asalto sufrido a la diligencia, donde viajaban, al cruzar desde Madrid por el Puerto de Navacerrada. Los testigos, a preguntas del Juez, señalan que fuero 5 hombres armados y “desfigurados” que visten faja roja con rayas negras y que portan alforjas. Les hicieron bajar de la diligencia y robaron todo lo que se transportaba y que tuviera valor. El golpe fue de lo más lucrativo, ya que el coche traía a Segovia el pago de las tropas, tal como refería la Real Provisión que autorizaba el pago, y 5.000 reales en billetes. 

Pocos años después, entre 1823 y 1826, el Corregimiento de Segovia, lo que hoy sería la Audiencia Provincial, juzgaba a Cándido Villagrois, miembro de una cuadrilla que robaba desde Villascatín hasta Ayllón. Mucho costó a los guardias localizarle, primero, y detenerlo, después, al tal Cándido, pues era muy escurridizo y contaba con varios escondites a lo largo y ancho de la provincia de Segovia. Cayó en manos de la autoridad y fue encarcelado en 1825, fue condenado por varios robos a la isla de La Gomera. Entre sus atracos figura uno especialmente sorprendente. Robo varias caballerías con ayuda de sus compinches, acabando en la cárcel en 1824. Es decir, el delito y la condena coinciden con la del famoso Luis Candelas, condenado, también, por robar caballerías y en prisión entre 1824 y 1825. 

Esta coincidencia nos abre muchas dudas, en el juicio contra Villagrois, uno de los testigos llamados a declarar es Luis Candelas, que firma su declaración de puño y letra. Sabemos que el famoso bandolero madrileño había sido alumno de los Estudios de San Isidro de Madrid, por lo que sabía leer y escribir sin lugar a dudas. También sabemos que había sido condenado hacia 1824 por robar caballos y, ahora aparece testificando en el juicio del segoviano. Por tanto, no podemos afirmar que Villagrois y Candelas se conocieran, ni que el “Candelas” del pleito del Corregimiento de Segovia sea el famoso Luis Candelas cuyo nombre aparece en la actualidad en las Cuevas de la Cava Baja de Madrid, pero la casualidad está ahí. Por ello, desde el Archivo Histórico Provincial de Segovia invitamos a que quienes han estudiado el bandolerismo del siglo XIX, nos aporten luz sobre esta coincidencia. Dos condenas, dos fechas paralelas y dos personajes posiblemente relacionados.