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Archivos de Castilla y León
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Los sucesos revolucionarios de octubre de 1934 y su huelga general, además de provocar fuertes tensiones en la provincia de Salamanca, tuvieron graves consecuencias en el Ayuntamiento de la capital, con la destitución de su alcalde. El Archivo Histórico Provincial de Salamanca conserva el expediente de destitución, instruido y resuelto por el Gobierno Civil de Salamanca. Los episodios vividos en el mes de octubre en el Ayuntamiento de Salamanca, siendo Miguel de Unamuno concejal, fueron los que a continuación se resumen:
Al iniciarse la Guerra Civil, Miguel de Unamuno mostró su apoyo a los sublevados en la creencia de que las nuevas autoridades traerían la necesaria regeneración de España, llegando a aceptar incluso el acta de concejal del Ayuntamiento de Salamanca el 19 de julio de 1936. El día 24 de julio el Gobierno Civil hacía relación de la composición de la comisión gestora que debía asumir el Ayuntamiento.
Al día siguiente se constituía el nuevo Ayuntamiento quedando al frente del mismo el comandante Francisco del Valle.
Como es conocido, su entusiasmo por la sublevación pronto se torna en desengaño, especialmente ante el cariz que toma la represión en Salamanca con sucesos como la toma por la fuerza de los edificios públicos y el tristemente recordado como “el tiro de la plaza”, la detención del ex ministro de Instrucción Pública Filiberto Villalobos o el asesinato del amigo y ex alcalde republicano Casto Prieto Carrasco. Unamuno censurará esta represión el 12 de octubre durante el acto de apertura del curso académico, donde tuvo lugar el famoso incidente con Millán Astray. En ese enfrentamiento verbal, el rector dijo una de sus frases más célebres: "Venceréis, pero no convenceréis", dirigida a los militares golpistas que se encontraban en ese momento en el salón universitario .
Al día siguiente de este acto, en el transcurso de una reunión ordinaria del Pleno del Ayuntamiento de Salamanca, la corporación se constituyó en sesión "secreta" y dio lectura a la moción que retiraba su acta de concejal. La moción fue aprobada por unanimidad de los miembros de la corporación municipal presentes en la sesión y, de este modo, una corporación "ilegítima" destituía como concejal del Ayuntamiento de Salamanca a Miguel de Unamuno y Jugo.
El 22 de octubre, Franco firmó el decreto de destitución de Unamuno como Rector. Los últimos días de su vida -de octubre a diciembre de 1936- los pasó bajo arresto domiciliario. Muere el 31 de diciembre de 1936, sentado en un sillón en su casa de Salamanca.
El 7 de octubre de 2011 el Pleno del Ayuntamiento de Salamanca restituyó el acta de concejal de Miguel de Unamuno.