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Archivos de Castilla y León
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1903, Cirujales (León) – 1941, Puente Castro (León)
Genara Fernández García
Genara Fernández era maestra vocacional. Se había examinado de las oposiciones de Magisterio en 1930 y uno de sus primeros destinos fue la escuela de niñas de Soto de Valdeón (León). Cuando se produjo el golpe de estado de Franco en 1936, daba clase en Cirujales, su pueblo natal –localidad leonesa actualmente perteneciente al municipio de Riello-, pero ese verano del 36 se vio en la necesidad de huir a Asturias después de que las tropas nacionales tomaran la comarca de Omaña. Y es que Genara Fernández estaba afiliada a la Unión Republicana de Vegarienza, siendo gran propagandista de las ideas de avanzada izquierda y correligionaria de Gordón Ordas y Rafael Álvarez, destacados radicales socialistas de la provincia a los que le unía, además, una gran amistad. Por todo aquello recibió de sus convecinos el apodo de “La Pasionaria” de Omaña.
Fue apartada de la profesión de docente que tanto amaba “por sus actividades contrarias al Glorioso Movimiento Nacional”. Tras su breve estancia en Asturias y al fracasar su intento de huir a Francia por barco (que fue interceptado por las tropas nacionales), regresó a León, donde gracias a las recomendaciones de una compañera de promoción consiguió trabajo, primero de institutriz y después de taquillera en el Cine Mary de León.
Según relata el Expediente de Responsabilidades Políticas que se instruyó contra Genara Fernández, “(…) sobre las 11:30 de la noche del 16 al 17 de diciembre de 1939, y a las puertas de la Iglesia de San Marcelo y Plaza del mismo nombre de la ciudad de León (sitios ambos los más céntricos de la capital), con el decidido propósito de desprestigiar al Movimiento Nacional, perturbar al orden público y sembrar el descontento en las clases trabajadoras, arrojó dos paquetes abiertos que contenían 312 hojas cuartillas escritas a máquina, de propaganda marxista, dejándolas en las mismas escalerillas de la Iglesia citada y en uno de los bancos de aquella Plaza , en disposición de gran visibilidad para su difusión entre el numeroso público que suele transitar por aquellos lugares, habiendo sido recogidas aquella misma noche las hojas subversivas por unos soldados y varios vecinos que las entregaron en la comisaría (…)”.
Su activismo a favor de las ideas republicanas en plena Guerra Civil, sus manifestaciones injuriosas sobre los “invictos Generales” del Movimiento Nacional, sus comentarios “tendenciosos” sobre las noticias de la radio Nacional y su afán por alentar a los milicianos para persistir en su rebeldía le granjearon, junto con aquellos 312 pasquines subversivos, la acusación del delito de “Rebelión Militar”, por el que fue juzgada en Consejo de Guerra y condenada a la pena de muerte.
Como agravante figuran “la trascendencia de los hechos realizados por la acusada, su peligrosidad social, el enorme daño que hubiera podido producirse de haberse logrado repartirse las hojas subversivas” y su mala conducta en lo policial, regular en la vida pública y privada y muy mala en la religiosa.
Todas las “pruebas”, pues, la condenaban... Y Genara Fernández, después de un periplo penitenciario que la llevó desde León a Santa Cruz de Tenerife y de allí a Valladolid en poco más de cinco meses, fue ejecutada en el campo de tiro de Puente Castro, León, el 4 de abril de 1941. Tenía 38 años y una medalla de la Virgen entre sus únicas pertenencias cuando la fusilaron.
El Expediente de Responsabilidades Políticas de Genera Fernández García se conserva en el
Archivo Histórico Provincial de León
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* Se puede consultar más información sobre la biografía de Genara Fernández García, escrita por Ana Gaitero, en la web de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica . Fotografía de Genara Fernández García tomada de la web de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.