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Archivos de Castilla y León
Archivos de Castilla y León
Aunque actualmente se ha impuesto la fotografía digital y el soporte en papel ha quedado relegado a un segundo plano, todos conservamos en nuestra casa álbumes familiares con fotografías, ya sean en blanco y negro o en color, negativos y las diapositivas que tan de moda estuvieron en los 80. En este texto se pretende dar unas pautas para organizar y conservar aquellas fotografías que conforman la memoria doméstica de cada familia.
Al igual que ocurre con la organización de los documentos que se van generando de forma cotidiana en cada casa, la finalidad de clasificar y ordenar nuestras fotografías familiares es, fundamentalmente, conservarlas ordenadas y localizadas. Para la organización de los archivos fotográficos familiares se recomienda aplicar una clasificación por materias en las que se irán agrupando las fotografías de la misma temática. Se elegirán los temas o materias que a cada uno le resulten más adecuados o explícitos y, dentro de cada materia, se recomienda seguir un orden cronológico. Este criterio se puede aplicar tanto a las fotografías conservadas en papel como a las digitales. Por ejemplo:
1. Viajes
2. Bodas
3. Cumpleaños
4. Camino de Santiago 2005.
Pero también se puede hacer a la inversa, es decir, agrupar las fotografías primero por años y, dentro de cada año, por temas. la finalidad última es, en cualquier caso, que la clasificación resulte útil para la búsqueda. Por ejemplo:
Año 1978:
Año 1992:
Se sugiere, al igual que en el caso de la documentación, elaborar un inventario, en el que, además de la información arriba señalada, se puede incluir una pequeña descripción de lo que se ve en la imagen (nombres de los individuos que aparecen, lugar en el que se tomó la foto y otros detalles de interés), de esta manera se recordarán aspectos que, con el tiempo, son susceptibles de ser olvidados.